Principio de funcionamiento
El producto alimentado al sistema ingresa al tanque de desaireación, donde una batería de difusores nebuliza el producto. El tanque se mantiene bajo presión constante de CO2, por lo que el producto, finamente atomizado, tiende a perder el aire inicialmente disperso en él y a reemplazarlo con dióxido de carbono. Este último se recicla a través de la ventilación del tanque de almacenamiento para reducir los niveles de consumo.
Después de la desaireación, una bomba centrífuga de alta prevalencia envía el agua al sistema de mezcla de inyección para disolver por completo la cantidad deseada de CO2.
Los componentes se dosifican mediante un sistema que combina medidores de caudal y válvula de modulación para lograr la máxima precisión y garantizar la repetibilidad confiable de la bebida terminada.
El sistema también incluye mezcladores estáticos para garantizar una dispersión fina del gas dentro del producto tratado y una mezcla perfecta de los componentes utilizados.
La estabilización del producto se logra mediante un tubo de retención y luego en el tanque tampón, donde se usa el control de temperatura del producto para mantener una presión de CO2 fija dependiendo de las condiciones de gas requeridas.
La presión de prueba para este tanque es tal que permite un proceso de saturación a temperatura ambiente.
La unidad de llenado es alimentada por una bomba centrífuga, por lo que el producto siempre se transporta hacia presiones crecientes, una característica que ayuda mucho al sistema en términos de estabilidad.
CAPACIDAD DE TRABAJO: DE 5.000 A 30.000 L / H.
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